Fue a
mediados del 2011, al inicio de la conferencia global que realiza anualmente la
IEA en USA, cuando sin pensarlo mucho nos ofrecimos como IEA Chile, a realizar
el primer congreso latinoamericano en Santiago, el cual realizamos a finales de
octubre del 2012.
Nuestro desafío
iba más allá de congregar a la comunidad de entusiastas y estudiosos a nivel local
y regional del Eneagrama, también deseábamos poder ofrecer una experiencia única,
donde confluyeran representantes de las distintas escuelas tradicionales del Eneagrama,
así como nuevos enfoques y aplicaciones de la herramienta con propuestas
vanguardistas. Deseábamos honrar el pasado, sin perder la perspectiva de lo
actual y novedoso que le está dando forma al futuro. Y por sobre lo anterior, nos
enfocamos en conseguir nuestro logro dentro de un marco de respeto y valoración
de las diferencias, construyendo un espacio amable, amoroso y de mucha humanidad
que nos permitiera compartir con todos el sentido más profundo que entrega el
modelo del Eneagrama a las relaciones humanas.
Muy
tempranamente en nuestra planificación del evento, supimos como equipo de
trabajo que deseábamos que todo estuviera enmarcado dentro de un contexto
especial y con un nombre poco inocente que nos recordara en cada momento
nuestro propósito y legado: “La Riqueza de la Diversidad”.
Tomando la
experiencia en retrospectiva, me siento más que complacida por lo logrado: haber
podido consolidar un equipo de trabajo extraordinario como grupo directivo de
la IEA Chile, conformado por 7 mujeres, que con completa entrega y dedicación saco
adelante semejante proyecto. El apoyo de colaboradores y amigos que nos fueron acompañando
en las diferentes etapas del proyecto. La vital participación de los extraordinarios
conferencistas chilenos que con su profesionalismo y entrega nos llenaron de
orgullo. Los conferencistas latinoamericanos, quienes llegaron hasta nosotros
movidos por su generosidad y apoyo entre “hermanos”. Los extraordinarios
conferencistas internacionales, que con su presencia y calidad llenaron de lujo
nuestro evento. El apoyo extraordinario de la escuela de psicología de Universidad
San Sebastián, que nos permitió contar con una logística “perfecta”. La excelente
acogida por parte de un numeroso grupo de participantes locales y de nuestros países
vecinos, que disfrutaron plenamente de todas las instancias y experiencias
entregadas con tanto cariño y alegría por los expositores, lo cual hizo que
todo cobrara un verdadero sentido. Y para redondear la experiencia, todas las
relaciones se dieron en un singular espacio de disfrute, alegría, diversidad,
amistad.
En lo
personal, me maravilla pensar que logramos experimentar lo que realmente
significa “la riqueza de la diversidad”, abrir
nuestras mentes a otras miradas, nutrirnos con las experiencias y
conocimientos de otros, valorar lo diferente y ampliar nuestras posibilidades
de acción. Siento que fue una premisa que quedo grabada como regalo para todos
los que participamos del evento.
Para
resumir, más que nada me siento agradecida de haber sido parte de este especial
momento para la IEA Chile, de haber conocido y trabajado con tantas personas extraordinarias.
Me siento honrada de ser parte del equipo de trabajo de la IEA Chile y logro
ver un prometedor futuro para nuestra asociación y el aporte que el Eneagrama
entrega a la comunidad.
Ver entrevista sobre el Eneagrama y el congreso,
Ver entrevista sobre el Eneagrama y el congreso,
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